Algunas mañanas lamo ausencias
en la lucha contra la báscula
tiende a ganarme por cinco kilos
que, con sorna, se pasean
entre muslos y vientre;
en ocasiones
me pierdo en las letras
donde está reservado el derecho
de evasión
y entre las cosas a admitir
no soporto las discusiones a gritos
la exigencia de sexo
la falta de caricias en abril
las puñaladas traperas
o la deslealtad
en cualquier término;
no estaré cada noche
para arroparte ante el silencio
y en las idas y venidas
puedo exasperar tus desvelos.
Pero
si contamos por horas
avanzando en jugos y sombras
si ya nada te detiene
y has abierto con llave
las ventanas que olvidamos
ábrete las brasas
y saltamos.
Beatrice Borgia, 28 de agosto de 2013