IMPERFECCIONES

deseo

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Algunas mañanas lamo ausencias

en la lucha contra la báscula
tiende a ganarme por cinco kilos
que, con sorna, se pasean
entre muslos y vientre;

en ocasiones
me pierdo en las letras
donde está reservado el derecho
de evasión

y entre las cosas a admitir

no soporto las discusiones a gritos
la exigencia de sexo
la falta de caricias en abril
las puñaladas traperas
o la deslealtad

en cualquier término;

no estaré cada noche
para arroparte ante el silencio
y en las idas y venidas
puedo exasperar tus desvelos.

Pero

si contamos por horas
avanzando en jugos y sombras

si ya nada te detiene
y has abierto con llave
las ventanas que olvidamos

ábrete las brasas

y saltamos.

Beatrice Borgia, 28 de agosto de 2013

EL LADO OSCURO

lado oscuro

 

 

 

 

 

Entre cielo y tierra
apenas un suspiro

y los versos
¿qué son sin la pulsión que los alimenta?

porque también defecamos
exudamos tres camisetas por día
y follamos cada vez que podemos

y en tu cúspide de marfil
(donde todo y nada alcanza)

también llega la soledad
a morderte las rodillas
mientras blasfemas
gritas contra el vacío
o revelas al silencio

que se trata de un espejismo
donde el crepúsculo traga

sin saber dónde esconderse

desde ese lado oscuro
que se ríe de los versos
y de quién los escribe.

Beatrice Borgia, 23 de agosto de 2013

QUÉ SABE NADIE

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Qué sabe nadie
del sudor de la ceniza

y del sobrenombre que acoge
a las promesas coloreadas
en noches de luna rota;

qué sabrán
del aroma de la ausencia

cuando emerge entre cuerpos
anclados a la furia del destierro
con la voz pausada

y chica;

que no sepan
cuándo nos secamos las plumas
y reinventamos constelaciones

sin fronteras.

Beatrice Borgia, 4 de agosto de 2013

SABER… O NO SABER

simone

 

 

 

 

 

 

 

Saber o no saber
¿este es el dilema?

entonces seguiré siendo mujer
(al fin y al cabo)
o casi mejor

persona

porque me sobran las medallas
y esos números donde sobra
testosterona

enumerando
(de memoria)
a quince o veinte poetas
unos cincuenta versos
y algún conflicto olvidado

porque lo que no sobran
son las caricias entre revueltas;

y aquí me tenéis
a pecho abierto:

no me subestiméis.

 

Beatrice Borgia, 1 de agosto de 2013