Adquiera un sujeto de homo sapiens
empleando cualquier maniobra precisa.
Una vez tenga convencido al sujeto de su amor
asegúrese de que él contempla la misma fantasía
(este hecho es crucial para el éxito del experimento).
Cásense entonces o cohabiten sin contrato
pero deberán darse a la procreación
aportando uno o varios especímenes
para futuros ensayos:
su comunidad se lo agradecerá.
Al pasar el tiempo puede observar
que el sujeto adquirido
desea caminar unos pasos
(tal vez sólo dos o tres)
al margen de usted.
Llegados a este punto
acorte las cadenas
que someten el pescuezo
del osado ejemplar
(es importante que no recuerde
el sentido de la libertad)
y repita este procedimiento
tantas veces
como sea
necesario.
Corre el riesgo de que expire por falta de aire
pero logrará tenerle a su lado
hasta que la muerte
les separe.
Beatrice Borgia, 12 de Noviembre de 2014